La vida es bella

Sin dudas, estar fuera es una gran experiencia más allá del lugar donde uno este. Logramos formar un pensamiento más amplio y elaborar críticas desde una óptica distinta a la que estamos acostumbrados. Para mi, estar en China será un hito en mi vida que jamás olvidaré por lo que significa conocer Asia, entender a la gente, vivir, comer, respirar con ellos y mil cosas más. Sin embargo no hay que olvidar lo mucho que uno pierde, pierde aquellos momentos con la familia, esas charlas con amigos que te hacen sentir tan vivo y el desarrollo de tus propias actividades diarias que tanto nos gustan.
En mi caso, una de las cosas que más extraño es el contacto con mi sobrina Ambar, con ella no puedo hablar ni sentirle el olor como cuando le comía el cuello. Es desesperante verla crecer y no estar a su lado para contemplarlo ... es el motivo ideal para llorar cuando necesito hacerlo.
Ver estos videos me hace caer a sus pies y reflexionar sobre las palabras que Marcela Raffaelli me dijo una vez en Madrid cuando jugábamos con su hijo Bauti de similar edad y picardia que ambar, "Ati, los chicos no se crian solos, son el producto de lo que uno les genera, su actitud es consecuencia de los estímulos a los cuales se los somete". Miro a Ambar y entiendo su exuberancia expresiva, sus padres viven motivándola y poco a poco la van llevando hacia el camino del artista, sendero que ambos han transitado.