La vida es bella

El otro día estaba almorzando con Sergio Greif. Sergito es un amigo de Gustavo de hace mucho tiempo. Trabajó por más de diez años en IBM y decidió lanzarse al campo de los emprendedores. Respecto a esta decisión me comentó una analogía muy interesante que escuchó en el congreso de IDEA.
El director de la fundación explicó claramente los dos tipos de grupos en los cuales se pueden dividir las personas que trabajan enunciando:

“Algunos, siguen un camino casi ya establecido, con muy poco margen a innovar. Ellos son vagones. Generalmente , en empresas grandes ó no tan grandes eso es lo que sucede, el director de ventas de Parmalat podrá tener un cargo de mucha jerarquía pero siempre será parte de un tren y será un vagón más de dicho tren.
Otros, les gusta tirar del carro, proponer ideas, disfrutan de probar aunque no siempre sea con éxito. Ellos son claramente locomotoras.”

A mi me parece que podrían encontrarse otros puntos de equilibrio, yo agregaría que se puede intentar ser “bastante” locomotora dentro de una organización – en la foto hasta hay más de una de ellas-. Por otro lado, también se puede ser vagón siendo dueño. Cualquier ubicación en el tren es igual de buena, solo depende en donde nos guste viajar para disfrutar el paisaje ...