La vida es bella

Ayer cerca de las 19:30 me acerqué nuevamente a la iglesia en busca del padre Emilio.
Después de esperarlo unos 10 minutos nos pusimos a hablar en la puerta donde inicié la conversación directamente con el tema en cuestión. La charla no se derivó en otras cuestiones como con Raul pero tuvo sus puntos cautivadores. El tema quedó cerrado ... sin cambios pero con el planteo hecho.

Atila: El otro día estuve hablando con Raul por el tema de las campanas, es que en realidad quiero conocer un poco acerca de la tradición de tocar tantas veces las campanas a toda hora.
Emilio: La verdad es que en general a la gente es un sonido que lo reconforta, Ud es el tercero que se queja, los demás dieron las gracias.
A: Bueno, por lo menos no soy el único, hay gente que vino a dar las gracias?
E: Si, por ejemplo los del Instituto Diagnóstico me dijeron que mientas estaban internados escuchaban las campanas y se acercaban espiritualmente a dios.
A: Me parece perfecto que sientan eso, lo que creo es que pueden acercarse sin que suenen tantas veces … se podría suprimir al menos las de 1/2 hora no?
E: Vivimos rodeados de sonidos "profanos" todo el día y a Ud le molestan las campanas?
A: Lo que pasa es que los sonidos que Ud llama profanos son propios de la vida, en una ciudad es difícil elegir no escucharlos. Por otro lado, yo no escucho estos sonidos en mi casa, sin embargo las campanas penetran intrusivamanete en mi casa casi marcándome los tiempos.
E: No tienes tu esos relojes que dan la hora tipo campanadas en tu casa?
A: No, ya estamos en el 2005, se descubrió el cuarzo, los celulares y la gente habla por Internet a China.
E: Bueno, te entiendo pero las campanas le gustan a casi todos.
A: Está bien … podríamos quedarnos discutiéndolo horas me conformo con que repiense el tema de la media hora.
E: Así lo haré, hasta luego.