Aquellos que llevan años viviendo en China comentan un fenómeno en el cual llegado cierto tiempo es necesario volver a tu país de origen para respirar un poco de aire "fresco". Dicen que uno experimenta un comportamiento que creo pude identificar la semana pasada en las siguientes situaciones.
+ Viajando a Shanghai cuando el avión L-I-T-E-R-A-L-M-E-N-T-E tocó tierra, la gente se paró y abrió las gavetas mientras la azafata a "gritos pelados" pedía que se sentaran. Quiero que quede claro, ya se que pasa en muchos lados que la gente se apura, pero en este caso, el avión apenas había tocado la pista. Era tan desesperante la situación que le pregunté al pasajero que iba delante mío si era estúpido o tenía un problema mental que no escuchaba los pedidos de la tripulación.
+ Volviendo de Shanghai (1 1/2) hora de vuelo, nos clavaron 3 horas de espera por una falla de cálculo en la conexión, nos llevaron en Bus y tuvimos que esperar fuera del avión 15 min a que lo limpien, para cerrar nos sentamos y dijeron que había un mínimo de espera de 45 minutos más.
Resumiendo mi actitud, me senté en primera, cosa que dejó estupefactos a todos y luego de reiterados intentos de la azafata y el comisario de abordo de cambiarme me cansaron y les dije que tratan a la gente como basura, que son incivilizados y que si me quieren sacar que llamen a la policia, yo había pasado más de 3 horas de espera y era lo mínimo que esperaba de su parte. No es que pregone la idea de ser un rebelde pero es que algunas veces es I-M-P-O-S-I-B-L-E controlarse! ... para los que quieren saber más ... viajé muy cómodo!
+ El domingo estaba cruzando la calle por la hermosa y querida senda peatonal. Cuando pasaba delante de un auto, el condustor no tuvo mejor idea que adelantarlo de a poco para tocarme las rodillas indicándome que debía apurarme. No, no, esto ya es increible, si tenía un martillo no se que hubiese pasado ... me tuve que conformar con una furiosa mirada para culminar mi semana trágica.